Orígenes de las hadas

Un hada (del latín fatum: hado, destino) es una criatura fantástica y etérea, personificada generalmente en forma de mujer hermosa, que según la tradición son protectoras de la naturaleza.

Según los celtas, existe un mundo que se llama "Áes Sídhe en el cual viven seres semidivinos que estan en transición entre la Tierra y el más allá y que son capaces de conectarse con la naturaleza y las deidades.

La versión escandinava cuanta que eran gusanos que salían del gigante Ymir y que unos se transformaban en elfos claros(buenos)  y otros en morenos (malos).

En contraste, la islandesa dice que fueron los hijos escondidos de Eva que tras mentir a Dios éstos los condenó a estar ocultos a los ojos humanos, éstos son conocidos como la raza huldre.

Los pueblos medievales hablan de ellas bajo el seudónimo de "la buena gente" o "el buen pueblo", y las relacionan a los hechizos y encantamientos, conocedoras de todos los secretos y de ahí que se mantengan siempre jóvenes y bellas. Se cuenta una leyenda de que algunas hadas malignas raptaban a los niños humanos y los cambiaban por niños feéricos clavados al humano para crear una especie puente entre las hadas y los humanos, sin embargo éstos morían al poco tiempo y tenían una apariencia pálida y enclenque. A raíz de esta creencia muchos niños que eran pálidos y enclenques eran considerados ser hijos de hadas.


Desde el punto de vista cristiano son demonios que pretenden engañar a los seres humanos bajo la apariencia de bellas y bondadosas criaturas. También, en épocas más antiguas se creía que eran ángeles caídos o difuntos que no eran lo suficientemente malos ni buenos y que por eso se quedaron a medio camino en el más allá.

En Gales e Irlanda las "banshee", son mujeres hadas que son fantasmas o heraldos de la muerte.

La alquimia sostiene que son una especie diferente, llamada elementales, que son los guardianes y regidores de los cuatro elementos de la Tierra.