Recuerdas?? Cuando siendo aún un niño, podías creer en
hadas, en duendes, en sirenas que vivían bajo el mar y en gnomos que hacían su
casa en una seta. Creías en la magia, en todas sus vertientes, y eras capaz de
imaginar un mundo donde podías salir volando de tus problemas. Si es que
aquello eran problemas. Quizás te llegabas a cuestionar como Superman podía
volar y tu no, pero no dudabas nunca en sus poderes ni en las telas de araña de
Spiderman, y en tu despreocupada imaginación veías que debajo de cada piedra
podía esconderse algún elfo que estaba esperando a que te fueras para salir
corriendo a su seta-casa con las semillas que había recogido para su cena.
Lamentablemente, si seguías creyendo en hadas después de los 15 años, o te
tomaban por retrasado o por ilusionista. Y dejaste de creer porque jamás viste
un elfo ni nada que se le pareciera.
Lo curioso es que después de los años la gente ha seguido
creyendo en cuentos y en fábulas, pero para no ser tomados por locos lo han
disfrazado con un nombre, religión. Ha sido la única manera donde algunos han
tenido el beneficio de seguir creyendo sin que hayan sido tomados por tarados.
Cada uno ha sido libre de elegir su condición, pero de todas
formas no es aconsejable decir que Gandalf el Gris es tu gurú o mentor porque
esa religión no está reconocida por las demás, por lo consiguiente seguirás
siendo un ilusionista chiflado porque tu religión no es válida ni tiene
fundamento para creer.
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