Existen siete cortes en el reino de las hadas. Cada corte
tiene su reina y se manejan independientes unas de otras.
Así como existen cortes más sutiles y más oscuras (ó
densas).
El Reino de las
Hadas Blancas: es el más sutil. Son las hadas del aire y su misión es
mantenerlo limpio y respirable. Asisten a los árboles y plantas que procesan
oxígeno y viven en castillos de cristal difícilmente vistos por el hombre. Aman
el canto y las historias por lo que suelen trabajar entonando canciones,
tocando instrumentos ó contándose historias unas a otras. El hombre atento será
inspirado por ellas sin saberlo.
Juntas pueden manipular el clima.
El Reino de las
Hadas Verdes Menores: está compuesto por hadas pequeñas que nacen de
cada planta ó flor y mueren con ellas. Son instintivas y básicas, y suelen
bailar por las noches en rondas. Rara vez se conectan con los humanos y pueden
ser muy vengativas.
El Reino de las
Hadas Verdes Mayores: forman parte de este reino las hadas de los
árboles. Como viven muchos años, suelen sobrevivir a su árbol individual y
ayudan a las Dríadas a preservar las especies. Son quienes más trato tienen con
los elfos y duendes.
El Reino de las
Dríadas: está compuesto por las protectoras de las especies. Por lo
tanto nos encontraremos con un hada verde por cada roble Así pero también
encontraremos a una Dríada que protege a toda la especie de Robles.
El Reino de las
Hadas del Agua: estas hadas protegen las fuentes y manantiales. Muchos
las confunden con sirenas u ondinas pero no poseen cola de pez. Si bien pueden
vivir en el agua sólo pasan largas temporadas para asistir a todas las plantas
subacuáticas como las algas y los corales. Son conocidas como oráculos allí
donde los videntes consultan en pozos o cuevas con fosas de agua. Conocen todas
las recetas de brebajes y pociones. Estas hadas pueden nacer por efecto de la
magia de algunos seres como el Camahueto (en Chile y Argentina)
El Reino de las
Hadas Madrinas: Estas hadas son las únicas que no nacen de una planta o
árbol. La primera risa de un bebé estalla en millones de hadas que sólo mueren
cuando este niño o cualquier adulto seguro que las hadas no existen. Cuando
crecen se convierten en hadas domésticas, que ayudan en los quehaceres del
hogar y de ancianas reparten dones y castigos a quienes lo merecen. Son
aquellas que más relatos poseen ya que aman relacionarse con el Hombre.
Campanilla en Peter Pan, las hadas de la Bella Durmiente, la Cenicienta y la
anciana que maldice al príncipe en La Bella y la Bestia son apenas unos cuantos
ejemplos de estos fascinantes seres.
El Reino de las
Hadas Oscuras o Negras: Estas hadas, al contrario de las Hadas
Madrinas, han perdido su fe en el Hombre y aseguran que la única manera de que
la Tierra vuelva a ser un Edén es eliminándolo de la faz de la Tierra.
Altaneras, coléricas y vengativas son quienes más daño hacen a la reputación de
las hadas. Suelen castigar a quienes se le acercan, maldicen a los niños o los
cambian por elementales disfrazados. Hacen tratos con brujas y hechiceros pero
siempre encuentran una manera de matar a sus aliados. El ejemplo más conocido
es Malicia, el hada de la Bella Durmiente, Melissenda y mi nueva serie de novelas:
“Deseos, Hechizos y dondes”
Las Hadas Rojas:
Estas hadas son hadas solitarias y pueden haber nacido en cualquiera de los
reinos pero han decidido apartarse de la vida de los reinos y actúan por cuenta
propia. En su mayoría son hadas que han pasado por una situación traumática. Ya
sea porque han dado su vida por la comunidad, se han sacrificado por un humano
o se han enamorado. Hay quienes aseguran que han trascendido de su condición de
simple elemental y están un paso más allá, aunque nunca llegarán a ser ni
humanas ni ángeles.
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